El Refugio de Reptarus

Ando retrasado en comparación a los otros blogs... no solo empecé tarde, sino que en febrero estuve a punto de abandonar el proyecto, pero por suerte hasta hoy continuo. ¡Gracias a las personas por sus comentarios y por el aguante! Creo que para recuperar mi retraso, iré publicando algunos días dos fotos (cuando esté muuuuy inspirado). Bajo la mirada oscura de los viejos arboles de un bosque perdido (seguro, cerca de Paris), yacía un farolito que marcaba la división entre la fría ciudad de los humanos; selva de metal y de cemento, y el cálido monte natural (en realidad te cagas de frio porque es frio y húmedo). El farolito, escuchaba todas las noches las conversaciones de esos colosos, que se quejaban del comportamiento humano. Estos no podían entender como “mama naturaleza” podía permitir que una sola especie, en todo el planeta, la maltrate tan violentamente. El farolito, se sentía culpable por las atrocidades cometidas por sus creadores. Sentía mucha vergüenza. Tanta vergüenza que un buen día, decidió negar sus orígenes, y transformarse en árbol. Presentó sus argumentos frente a la ONU (Organización por una Naturaleza Unida), y después de largos debates del consejo de seguridad, decidieron adoptar a esta invención humana (ya que con su luz, mantenía la fotosíntesis de los arboles más cercanos las 24hs, así que re interesados también los arboles). Es así que este farol pudo dotarse de algunas ramitas y hojas, repudiando nuestro comportamiento egoísta hacia con la madre naturaleza.